Recuerdo sus últimas palabras:
«Hijo mío, de los pecados que más me arrepiento es de los que no cometí, de los otros, ya se encargará ese dios en el que crees. Y ahora, me voy, que ya lleva tiempo haciéndoseme tarde»
«Hijo mío, de los pecados que más me arrepiento es de los que no cometí, de los otros, ya se encargará ese dios en el que crees. Y ahora, me voy, que ya lleva tiempo haciéndoseme tarde»
El día que murió padre, crecí. Aún espero a aquel dios que se haga cargo de mí.